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  • parchitamaria

Depresión e hipotiroidismo

Quiero hablarte de Laura, mi paciente del hospital, una mujer de 24 años, que llegó a la consulta después de las sugerencias de su familia y algunas referencias médicas, todos coincidían en que el malestar de Laura era psicológico.


Al poco tiempo de escuchar su relato, conocer sus síntomas y la evolución de su malestar, todas mis alarmas estaban prendidas, Laura podía tener un desbalance hormonal.


Te escribiré un fragmento de lo que me dijo aquella vez (han pasado 4 años de ese día):


“Es como si vivir me doliera, no sé por qué me siento tan triste, intento estar bien pero hay días que no puedo ni salir de la cama, tengo sueño, lloro de la nada, estoy cansada y no hago nada, no puedo concentrarme”

¿Te suena parecido? Palabras más, palabras menos este puede ser un relato común de una mujer que sufre de hipotiroidismo; una cantidad de síntomas depresivos sin explicación, desconcierto y mucha frustración.


Al culminar la sesión no me quedaba duda, Laura no solo necesitaba atención psicológica, también era urgente una evaluación de endocrinología.


Iniciamos sesiones psicoterapéuticas semanales y tres semanas después a Laura le habían diagnosticado hipotiroidismo primario.


Ya no recuerdo cuantas Lauras he visto desde aquella vez y sé que seguirán llegando, a pesar de lo conocida que es la influencia de la disfunción tiroidea sobre el estado de ánimo (hallazgo que data del 1800 1), parece que aún nos falta mucho camino de psicoeducación por recorrer.


Aproximadamente entre 8 y 17% de los pacientes con episodios depresivos, son diagnosticados con hipotiroidismo, un trastorno que además afecta 10 veces más a mujeres que a hombres. 2


Es por eso y a propósito de la historia de Laura que hoy te quiero hablar de estas dos afecciones, tan comunes, tan estudiadas pero cuya relación pocas veces nos advierten.


¿Cómo puedes reconocer si estás desarrollando un trastorno depresivo?


La depresión va más allá de la tristeza, una persona puede estar triste y aún así no estar diagnosticada con depresión.


Es un trastorno psiquiátrico, una enfermedad que cursa con los siguientes síntomas:


  1. Estado de ánimo deprimido (por ejemplo: te sientes triste, vacía, sin esperanza)

  2. Disminución importante del interés o capacidad para sentir placer

  3. Pérdida o aumento de peso, acompañada de aumento o disminución del apetito

  4. Aumento o disminución del sueño

  5. Agitación o retraso psicomotor

  6. Fatiga o pérdida de la energía

  7. Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva

  8. Pensamientos de muerte recurrentes

¿Por qué una disfunción tiroidea está asociada a la depresión?


La tiroides es una glándula neuroendocrina, es decir que las hormonas que son producidas por ella tienen efectos en el sistema nervioso central. Por ende cualquier alteración en su función, afectará negativamente la cognición y las emociones. 3


Específicamente en la depresión el déficit de hormona tiroidea se asocia con un desequilibrio en la síntesis de serotonina y noradrenalina, dos neurotransmisores que juegan un rol fundamental en el origen y mantenimiento de la depresión, la regulación del estado de ánimo y el comportamiento 3

De esta manera, algunos síntomas neuropsiquiátricos que puedes presentar si tienes hipotiroidismo son: 4

  1. Fatiga o enlentecimiento psicomotor

  2. Somnolencia progresiva

  3. Pérdida de memoria

  4. Pérdida de concentración

  5. Dificultad para realizar cálculos

  6. Apatía e indiferencia

  7. Disminución de la libido

  8. Disminución del apetito

  9. Tristeza

Como verás todos estos síntomas coinciden con la depresión, de ahí que haya confusión al identificar su causa y al no dar con la causa, tampoco se dará con el tratamiento, lo que se traduce en más sufrimiento para la persona que lo padece.


¿Tengo hipotiroidismo y ahora qué?


Por supuesto el primer paso para acabar con el malestar es acudir con un especialista, necesitas un diagnostico, saber exactamente qué es lo que no está funcionando en tu cuerpo para así poner manos a la obra.


Una vez que comienzas el tratamiento adecuado tus síntomas irán mejorando poco a poco, pero así como en el SOP y como en prácticamente todas las enfermedades hay factores que no podemos olvidar: los relacionados con el estilo de vida.


La alimentación, la actividad física y el control del estrés, son fundamentales en el abordaje del hipotiroidismo.

Dicho esto, ¿es necesario acudir a terapia?


En el hipotiroidismo, así como en la mayoría de los desórdenes hormonales, los síntomas visibles son la punta del iceberg.

El hipotiroidismo es una enfermedad crónica y como tal puede acompañarte la mayor parte de tu vida, requiere de tu fortaleza para asumir los cambios de hábitos que necesitas, de tu paciencia para esperar la mejoría y para lidiar con tu entorno (que muchas veces no es el mayor apoyo, al contrario), de tu constancia para lograr tu bienestar. En fin, es una enfermedad que requiere de tus fortalezas internas, las que tienes y las que irás desarrollando.


Y si a todo esto le sumamos los cambios en tu imagen corporal por el sobrepeso, la alopecia, la falta de energía que te impide hacer planes que antes disfrutabas, la dificultad para concentrarte, la pérdida de memoria a corto plazo, la disminución de la libido, infertilidad o abortos espontáneos, en fin son tantos los eventos a los que estás expuesta cuando padeces de esta enfermedad, que recorrer el camino acompañada puede aligerarte bastante la carga, no siempre se puede sola.


Si consideras que es el momento de buscar ayuda aquí estoy, contáctame y trabajemos juntas.


Hasta la próxima semana,

Un abrazo

Lu <3


P.d.: La última vez que vi a Laura fue hace 2 años, estaba bien, había terminado su carrera universitaria y cada vez controlaba mejor su vida hormonal.

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